19 January, 2022 | Carlos Caceres | Leave a comment El Juzgado Penal de San Pedro Sula tiene una nueva y potente herramienta para luchar contra la violencia sexual que sufren los habitantes de la capital industrial. Desde mayo de 2020 cuentan con su propia cámara Gesell, que fue instalada con el apoyo de la Agencia Internacional para el Desarrollo Internacional (USAID), a través de su proyecto Unidos por la Justicia. Y otra cámara instalada en el Juzgado Penal de Tegucigalpa entró en servicio desde octubre de 2020. Las cámaras Gesell, nombradas en honor al psicólogo y pediatra estadounidense Arnold Gesell, permiten a los testigos brindar su testimonio de manera personalizada con un psicólogo del juzgado, mientras el juez y otros oficiales están ubicados en otra área y observan detrás de un vidrio con visión unilateral. Óscar Aguilar, psicólogo del MAIE y coordinador nacional de las cámaras Gesell en Honduras, afirma que las Cámaras proporcionadas por Unidos representan un punto de giro para los procesos judiciales. “Antes de contar con cámaras, una víctima de abuso sexual estaba obligada a brindar su testimonio alrededor de 12 o 14 veces en el transcurso de un juicio, que se podía extender hasta dos años”, afirmó Aguilar. Recalcó que el dolor ocasionado por la repetición de testimonios, la pérdida de detalles en la memoria que se disipan con el tiempo, y la presión e intimidación de familiares, normalmente provocaban que la víctima se retractara o que el juez abandonara el caso. La víctima era obligada a testificar frente al acuso, y en muchos casos, esa persona es su padre biológico. Una herramienta para disminuir la impunidad en casos de abuso sexual y extorsión Ahora la víctima solamente tiene que repetir su historia tres veces, dice Aguilar: cuando se ingresa la denuncia, luego a un especialista forense, y posteriormente, en una entrevista personalizada con el psicólogo del juzgado en el ambiente de protección que ofrece la Cámara Gesell. El juez y los fiscales asignados al caso observan detrás del vidrio, y la entrevista es grabada digitalmente con equipamiento brindado por Unidos e ingresado en el expediente del caso. “En alrededor del 70% de las audiencias iniciales que se realizan en Cámaras Gesell, el acusado acepta estar sujeto a un juicio sumario. La mayoría no va a juicio, y en su lugar son sentenciados ahí mismo. En ese sentido, las cámaras realizan una importante contribución a la economía judicial”, asegura Aguilar. El proceso de instalación de las cámaras liderado por Unidos pretende dar al sistema judicial hondureño un impulso en su camino a la autosuficiencia. USAID financió el equipo electrónico por un costo de $7,000. La inversión dio pie a que el Poder Judicial invierta más de $18,000 en remodelar los espacios que albergan las cámaras.