3 January, 2019 | Ronaldo Gomez | Leave a comment ¿Será realmente la policía nuestra aliada?” “¿Realmente podrá la comunidad trabajar con la Policía?” “En 30 años de vivir en mi colonia jamás había puesto un pie en la Posta, por temor”, “Que difícil era ponerse de acuerdo, antes la Policía llegaba con un proyecto, nosotros teníamos algo similar y lo que hacíamos era jalar gente cada quien por su lado”. Eran las interrogantes y comentarios que hacían pobladores de algunos barrios y colonias, antes de implementar actividades comunitarias con la Policía Nacional, a través de su filosofía de policía comunitaria, con el objetivo de promover el fortalecimiento del tejido social y la construcción de comunidades seguras. Diferentes experiencias han demostrado que la construcción de comunidades seguras, es posible con la activa participación de los miembros de la comunidad, las redes comunitarias, organizaciones de la sociedad civil y el acompañamiento de la Policía. En este sentido, Unidos por la Justicia, impulsa acciones para contribuir con el fortalecimiento de la seguridad ciudadana, implementando procesos de acompañamiento para propiciar comunidades seguras, la experiencia que se obtuvo en las zonas de intervención, demostraron que es posible crear y fortalecer las relaciones de confianza entre la Policía Nacional y las comunidades. Este proceso resultó un desafío, porque era inimaginable en Honduras, tanto para la población, como para los mismos agentes de la Policía Nacional, trabajar de la mano, desarrollando actividades enfocadas en la prevención de la violencia y la recuperación de espacios públicos en los diferentes barrios y colonias intervenidos por el proyecto. Arte, cultura y deportes fundamentales en la prevención de la violencia El arte, la cultura y el deporte, han sido actividades fundamentales para contribuir a reducir la violencia, fomentar la convivencia entre la comunidad y generar relaciones de confianza con la Policía, es así, como Unidos en coordinación con diferentes organizaciones no gubernamentales, la Policía y la comunidad han impulsado ferias culturales, cines comunitarios, campeonatos de fútbol, campañas de limpieza, capacitaciones para los líderes comunitarios y agentes policiales. “Lo más relevante de estas actividades es que estamos trabajando en unidad con la Policía. Ya no miramos a la Policía por un lado y la comunidad en otro… lo que ha venido a mejorar las relaciones de la comunidad con la Policía”, dijo Ángela Palacios, líder de la colonia Villanueva en Tegucigalpa, mientras pintaba llantas junto a vecinos y agentes policiales para la recuperación de un espacio público del sector. Por su parte el pastor Evangélico y líder de la Colonia San Miguel de Tegucigalpa, afirma que “ver policías jugando con niños, ver policías dando ciertas capacitaciones, y sentarse a dialogar para ponernos de acuerdo, es una excelente experiencia”. La policía y la comunidad Para la Policía, la transición hacia la nueva filosofía, representa un reto, porque, hace algunos años los agentes, debido a su formación, “ni se les cruzaba por la mente el trabajo comunitario”, manifiesto el Sub Comisionado, Carlos Estrada, así que, para ellos participar en las actividades, con los jóvenes, los patronatos es muy valioso porque representa ese acercamiento con la comunidad, ayuda a la disminución de la incidencia delictiva, devuelve la confianza y facilita el trabajo de las autoridades, además, asegura que el 99% de la Policía Nacional está comprometida con el trabajo comunitario. En este esquema, la comunidad tiene un rol sustancial en la identificación de los problemas de seguridad, priorizar las necesidades, por su parte la policía, tiene la responsabilidad de brindar el seguimiento adecuado y contribuir a la resolución del conflicto, de esta manera se construyen relaciones entre ambas partes, que permite a la comunidad confiar en la policía y cooperar con ella. Según datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH) en el primer semestre de 2018, se contabilizaron 1848 muertes violentas, 12% menos que el año anterior, sin embargo, aún hay mucho por hacer, por esta razón se continua ejecutando acciones para prevenir la violencia.